Transcript of EL MUÑECO QUE PARECÍA POSEÍDO Y NUNCA MÁS SE SUPO SOBRE ÉL: El famoso Yano

De la historia de un muñeco.

La historia.

Que es conocido. Ojo, que tenemos a Anabel 2, Anabel, el retorno a aquí, in the Wild Project. Y que esto es bombazo. Cuéntame esta historia.

Tenemos a nuestro compañero preparado. Quiero que busques...

¿cómo? Coño, que aquí... No me digas que...

No, no, no.

Pensaba que habías pactado algo y ahora me sacas aquí a Shaki.

No, no, no. A nivel de pantalla, se puede buscar para ver la imagen, ¿no?

Sí, lo puedo buscar yo mismo también, claro.

Vale, vale. Bueno, pues busca a Jano, o sea, Jano, J-A-N-O, muñeco interactivo. A ver, estamos ahí, ahí, buscando ya tecnología que trascienda el contestador automático y hay teléfono de ruedas en Jordan Wild.

Lo había escuchado en mi vida. Ya no, muñeco interactivo. Ya, con Y. O no, es con Y, ¿no? Sí, con Y.

Perdón. Sí, sí, sí, lo había escuchado nunca. ¿Lo tienes ahí?

Sí, tengo varias imágenes.

Que te ve más rabia, porque son todos los tibios. Hay como dos o tres modelos, pero son muy parecidos. Son muy feos.

No es un muñeco bonito.

Bueno, ahí lo tienes, ¿no?

Es que tiene cara de viejo. Te lo pongo.

Es que es muy feo el cabrón.

Vale. Espérate. Dime si es esto. Confírmame, que te lo pongo ahí. Ahí lo tienes.

Es esto. Esto es.

Este es Llano. Este es Llano. Llano que tiene entre 6 y 94 años. Sí, aproximadamente. Ahí estaría.

Mesa arriba, mesa abajo, sí. Bueno, pues esta escena me la cuenta una amiga, Carolina Fraile, que ella está, digamos, Colabora en una recogida de juguetes en su parroquia para llevar solo a los niños en Navidad, los niños que no tienen la posibilidad de tener este tipo de regalos.

Uy, este da más miedo.

Sí, sí, sí. Además, este Este, déjese con el maldito, porque este es nuestro amigo. Es justo el... Este es el amigo de hoy. Entonces, el caso es que hay una recogida de muñecos, de juguetes en general, perdón. Y de repente, llega este muñeco. Una vecina de su madre le lleva el muñeco que estaba prácticamente nuevo. Y claro, cuando llegara Carolina, nuestra protagonista, a casa, y dice la madre: Oye, mira, una vecina ha bajado un muñeco para recoger esta que hacéis y tal. Y claro, se queda mirando y dice: Ostras, este muñeco, además era conocido, era popular, una generación por debajo. Esto para los que tengan menos de 35, 30, les puede sonar. Y claro, este muñeco es superconocido, y lo anuncian por todo sitio, y además es supercaro y parece que está nuevo. Qué raro que hayan dejado esto aquí. Bueno, total, que ahí se queda el muñeco. La madre se va a comprar algo para cenar y demás, y ella se queda con su hermana pequeña. Entonces, claro, el muñeco al lado y de repente están viendo la tele y el muñeco se enciende. Se enciende el muñeco sin que nadie toque nada y se mueve.

Claro, a la hermana le da un ataque de histeria, tú imagínate. Y a otra, creo que es mayor, aparentando Y cuando llega un momento, cierta tranquilidad, no te preocupes, tranquila, que esto seguro que es un fallo mecánico, que se ha encendido el muñeco y tal. Y cuando va a quitarle las pilas, ¿qué sucede? Que no había pilas. Que no había pilas. Entonces, dice: Vale, pues este muñeco irá para quien quiera, pero yo no me lo quedo en mi casa más tiempo, porque claro, hasta que tuviera lugares repartos, había que almacenarlos en algún sitio. Entonces, llega al día siguiente a clase, con unas ojeras, porque nos pegó un con toda la noche, y el compañero: ¿Qué ¿Qué mala cara tienes?. Dice: mala cara, si te cuento lo que me ha pasado. ¿Qué te ha pasado?. Y le cuenta lo del muñeco, y dice: Por favor, el muñeco, eso es una tontería. Y dice: Oye, te lo traigo mañana y te lo quedas tú. Y dice: Por supuesto, sin problema. Y se lo lleva la amiga. Total que la amiga se lo lleva a su casa. Y al día siguiente, Y, aparte, aparece la amiga con cara de pocos amigos con una bolsa de cierto centro comercial muy grande con el muñeco ahí: No quiero esto más en mi casa.

Esta noche se ha movido solo. Ya son dos. Y dice: Bueno, pues nada. Pues vamos Se lo va directamente al cura y que lo meta ahí donde considera oportuno para almacenarlo y luego poder dar esos juguetes. Total, que ahí queda la historia. ¿Qué pasa? Que llega el día de reparto de los juguetes y cuando están preparando ya lo que son los juguetes, se dan cuenta de que algo falta. ¿Qué falta? Ya no hay muñeco interactivo, el muñeco no está por ningún lado. Qué raro, claro. Era un muñeco que llamaba la atención, muy nuevo, muy moderno, muy guapo.

Sí, el diseñador se quedó No, se quedó a gusto.

Entonces, le pregunta el cura y dice: Oye, padre, disculpe, pero ¿dónde está el muñeco? ¿Qué te traje?. ¿Qué muñeco?. Claro, el muñeco, hombre. Qué ¿Y qué muñeco a qué? ¿Y qué te traje? Con un mando y tal. Qué muñeco, que no soy de qué muñeco me hablas. Pero hombre, ¿cómo que no? Pero si te traje el muñeco, si llamaba la atención, si lo guardaste aquí, y hace unos días, ¿dónde está el muñeco?. Y el sacerdote dice, que se la queda mirando fijamente y dice: Carol, no hay muñeco, y deja de preguntar. Y ya llegaba la historia. ¿Qué pasó con el muñeco? Solamente lo sabe el sacerdote, pero pasó por varias personas. Yo sospecho que la primera persona por la que pasa es la vecina que lo regala y que luego va haciendo una escala de movimientos extraños sin tener pillas de por medio. Es la historia de Llanó, el muñeco interactivo, que tú y yo no lo conocemos, pero que para los que tengan unos 10 años menos que nosotros, de ahí para abajo, seguramente sea conocido.

¿sí, Nacho? ¿Te suena Llanó? Sí, Con esa visión de fiesta fijo. Con esa cara de domingo por la mañana, ¿verdad? Esa cara de domingo por la mañana, mi loco. Que sabes, esa cara la conoces bien, ¿no? Hostia, a mí esto, te lo juro, que hay a tantas historias, porque veo que es un poco un patrón que se repite, de muñecos que funcionan con pilas, no con batería de recargable, sino con pilas y que se enciendan solos, es acojonante.

Y hay más historias Ser inesplicado, cuanto más. Hay una en la que hay unos patitos, hay un juego que se llama los patitos coacua, que de una mano se encienden solo. Me decía la persona: No, es que además para que se encienda tienes que pegar un botón, apretarlo bien apretado. Eso no se enciende con un roce. Y yo, que tengo un punto empírico, me hice de segunda mano con este juego y lo comprobé y efectivamente el botón, no hay quien lo aprisione. También se activaba los patitos guacua.

Sí, se activaba.

Esta chica dijo que se activaba completamente solo el juego en un armario. De hecho, no solamente me lo contó ella, me lo contó su pareja, que también lo vivió, con otra circunstancia que tuvo también, con otro muñeco parecido.

¿hay algún caso de muñecos que te hayan contado, que te hayan explicado, que hayas investigado, que algún testigo te haya dicho de que el muñeco les ha hecho algo o que han percibido un mal? No. O todo ha sido muy neutro, como es el caso de que se encienden, pero no hacen nada malo, ¿no?

Claro. No, a tanto no ha llegado la cosa. Yo me encantaría tener el almacén de los Warren, aunque sea de casos, pero no, este tipo de casos no son muy habituales. Sí que es verdad que me he encontrado con, aproximadamente, en media docena y alguno de los cuales están publicados aquí en Inexplicado.