Transcript of Cómo el bullying lo convirtió en una máquina de pelea imparable
The Wild ProjectAntes vamos a conocer un poquito de ti, porque yo quiero hacer un poco de biografía de una persona que has llamado mucho la atención desde el primer ya Dogfight, por tu apariencia, vamos a decir, apariencia tan de primeras imponente o que puedes pensar que es violento, etcétera. Y yo quiero un poco ir viendo tu biografía. Tú no naces aquí. Cuéntame un poquito.
Yo nací en Bulgaria. Para ser en Sandansky. Lo que pasa es que yo vivo en Petrich.
Bueno, es conocido ya.
20, 30 minutos, una cosita así. Y la verdad que llegué aquí con cinco años. Claro, llegas aquí en...
Entiendo que por trabajo de tus padres.
Claro, mis padres. Ahí al final la vida es muy complicada. Allí, la máxima pensión creo que son 150 €. Hostia. Para una persona mayor. Y las cosas están igual de caras que aquí.
Se cobra menos y es más caro.
Sí, y la verdad es que mis padres decidían ya venirse. Tenían unos amigos aquí y se vinieron para aquí. En 2002 no estaba bien visto. Porque claro, todo lo que venían era que eran extranjeros, también eran romanos, búlgaros. Y era bastante complicado. El hecho de llegar aquí y, claro, al final... Empezar en cero, casi. La gente de aquí se pensaba que tú vienes a quitar lo suyo. Entonces, claro, ahora ya he ido cambiando esa mentalidad, pero en su momento era bastante complicado.
Sí, eso tú lo notaste y rechazo.
Claro, yo he tenido que pelearme a veces. Yo hay una cosa que no aguantaba y era que me llamaran en extranjero de mierda.
Hombre...
A mí, con cinco, con seis, con siete años, yo ya... Claro, No sabía pegarme, no sabía pelear, pero tenía malicia cuando escuchaba eso. Y no me gustaba.
O sea, tú viviste racismo cuando llegaste aquí.
Sí, a ver, racismo, más que nada, al principio, racismo como tal, no, porque no de primeras cogen y te dicen tal, pero sí cuando se enfadan, sí que usan mucho ese insulto.
El ataque iba por ahí.
Claro, iba siempre lo mismo. Y de verdad que en el parque han habido peleas. De hecho, tengo aún conocidos y gente, amigos conmíos, que nos hemos contado las batequita en ese momento de cuando éramos pequeños, de que nosotros jugábamos a fútbol abajo en el parque. Claro, no había móviles, no había nada. Nos bajábamos abajo, jugábamos a fútbol. La época old school. Todo el día jugando a fútbol. Y claro, Y al final, entre pique y pique, hay a gente que no le gusta perder y siempre acababan en pelea.
¿y tú eres de los que aceptaba la derrota o no sabías perder?
Yo soy competitivo, pero al final una derrota también te enseña cosas. Entonces, claro, no sabes perder.
No te cabreabas si perdías.
No, no, pues jugamos otro.
Claro.
Sí, señor.
Entonces, tú llegas de muy chiquitín y la transición no es fácil. Porque claro, en cinco o seis años ya te empiezas a acordar de cositas, ¿no? Claro. ¿Y tú recuerdas que en los inicios tú hablabas español?
No, cuando llegué aquí, nada. Cero.
¿y te meten en una clase especial, quizás? ¿O de adaptación? ¿O te meten en la.?
En primero primaria.
En primero primaria.
Tal cual.
Y el profe hablando en español.
Y poquito a poco vas cogiendo cosas, al ser un niño, lo pillan muy rápido. Fue durillo, ¿no? Fue bastante complicado.
Y entonces, tú notabas que los chavales a veces te separaban, ¿no?
No como que me separaran, pero sí que es verdad que cuando... O sea, al final no sabes comunicarte, no sabes hablar, la gente no viene a hablar contigo. Pero sí que es verdad que, tampoco puedo decir que me ha rechazado, porque sí que es verdad que tenía amigos. Y no es que me hayan lanzado, pero sí que es verdad que cogiendo el hecho de que cuando se enfadaban usaban ese insulto, por esa parte sí que hemos quedado mucho.
Una cosa que me chocó es que te he escuchado que tú has sufrido bullying. Sí. Que eres la persona, seguramente, del planeta Tierra, que menos pinta tiene haber sufrido bullying. Si tuviéramos que hacer una elección a vista, te pongo en el último de los sitios. Y tú has sufrido. ¿Cómo fue? Cuéntame esta etapa.
Esta etapa fue del cambio de primaria a la ESO. Y el bullying no era hacia mí. No era directamente hacia mí, porque yo era una persona alta, era flaco. El bullying era hacia mi padre.
Hostia, ¿por?
Porque mi padre sufría dos sesiones discales. ¿Y qué pasa? Que todo salía hacia afuera. Era un insulto, iba por allí. Y claro, un día llegó un momento en el que tanto el acoso escolar, en el sentido de que a mí me metían cosas en la capucha, por ejemplo lápices y bolis y todo, era un insulto a mi padre, y al final no mayor...Llegaban.
A pegarte alguna vez también. No, tocarte no... Pero se reían de tu padre.
Sí, al final. ¿Y qué pasa? Que los profesores eso tampoco lo veían. Los profesores eras tú y a mí me hicieron repetir por eso. Porque como no rendía en clase, me hicieron repetir. Hostia. ¿Y qué pasa? Que llegó un momento en el que me cansé. Yo jugaba fútbol antes y yo era muy malo jugando fútbol. Las cosas como son, tenía dos piernas izquierdas. Lo que sí que he tenido yo siempre es que yo cuando me he dedicado a algo, lo he entrenado al 100%. Y qué pasa, que yo cuando empecé a sufrir el bullying, cuando vi lo que había y no podía defender, o sea, defender a los míos.
¿pero tú qué hacías en ese momento? Que simplemente... Me callaba.
Me callaba, se lo decía a mis padres, se lo decía a los profesores y nadie hacía absolutamente nada. Mis padres fueron a hablar allí un par de veces, pero los profesores decían que era culpa mía porque yo me portaba mal. Y claro, la bronca es que me caían a mí en casa eran... Aparte de lo del colegio, la bronca es que me caían en casa eran increíbles. Como llegas al instituto y los profesores dicen: No, se porta mal.
¿y te portabas mal?
Yo llegó un momento en el que ya me cansaba. Y sí que respondía o hablaba o cualquier cosa, y la verdad es que cansaba ya el hecho de que todos los días se estén metiendo contigo. Y Y de hecho me acuerdo el momento en el que dije: Ya, está aquí.
Sí, hay un día que tú haces clic.
Un día. Yo estaba comprando con mi madre en Mercadona. Y no sé qué fui a comprar, lo fui a dejar en el carro y cuando se volcó la capucha, empezaron a caer todo lleno de lápices, de bolis, de tapas. Y ya, todo el mundo en Mercadona mirando así: Qué madre. ¿Qué es eso?. No me hago yo nada. Da igual. Tenía dos pesas en casa. Empecé a entrenar pesas. Me dejé el fútbol, me apunté al gimnasio. Y en el gimnasio estaba yo entrenando un día pesas y me veo que había en el tatami, en esa época eran todos los porteros de la discoteca, gente de 100 120 kilos haciendo kickboxing. Lo veía a moverse y dije: Hostia, esto me gusta. Llegué a casa, se lo conté a mi padre, y mi padre me hace: No te voy a apuntar. Y le hago: ¿Quién me apuntar? O me apuntas tú o me apunto yo. Me hace: Vale, pero vamos a ir, te voy a comprar todas las protecciones que hay, casco, guantes. Le hago: Vale, genial. Nos fuimos, las compramos y a la semana siguiente, puedes hacer kickboxing.
Te apuntaste ahí. ¿Y eso te sirvió para protegerte?
Sí, al año siguiente, cuando llegué, ya corté bastante el bullying. O sea, ellos te volvían a atacar y tú me hiciste. No, es verdad que había cambiado de compañero, como me hicieron repetir. Pero sí que es verdad que no dejaba que nadie se metiera conmigo. Absolutamente nadie.
O sea, si les tenías dar un cate, les dabas un cate. Aunque luego te recibieras en faldas de profesores.
Da igual. En esa época ya me daba igual. No iba a permitir que me pasara lo mismo otra vez.
Claro.
Así que ese año fue bastante loco. Intenté matricularme otra vez en el instituto y no me querían matricular. ¿Por? Por las peleas.
Claro, pasamos de un lado a otro. Pasamos de el niño que se calla cuando se ríen de él o de su familia y tal, a el niño de bulla's. Pero tú buscabas en ese momento también activamente, tú ibas a por otros a reírte de ellos? No, a mí los abusos no me gustan.
Cualquier tipo de abuso a mí no me gusta. ¿Y qué pasa? Que yo sí que es verdad que muchas veces defendía a gente con la que se metía. Y esa era una pelea. Claro, pelea. Me decían algo a mí: Pelea. No sé qué en clase, pelea. Cualquier cosa era una excusa para pelearme.
¿tú ya en esa edad qué tendrías, unos 12, 13 años?
13 tirando para Me parece ya.Tú.
En ese momento, cuando te peleabas, aunque fueran dos catas, porque no entiendo que en esa época, imagínate lo que podíais hacer con 13 años, pero cuando estabas ahí metido en la pelea, ¿tú disfrutabas? Sí. ¿Tú disfrutabas ya. ¿Qué notabas ahí?
Una sensación... De hecho, mi concepto de eso antes de pelear siempre es la calma, o sea, antes del caos. Y coger esa calma y que de repente todo empiece a ser un caótico. Era una sensación bastante... Yo me sentía bien.
¿no te daba miedo que te pudieran hacer daño? No.
De hecho, no me lo ha dado nunca.
¿nunca te ha dado miedo que te fueran?
Si hubiera tenido miedo que me hicieran daño, me hubiera puesto a ser modelo o sería peleador.
Eso nunca has tenido ese miedo a que a ti te hagan algo? No.
Igual de pequeño, a lo mejor sí que alguna vez, pero desde que empecé a entrenar, no.
¿tú recuerdas alguna pelea de estos de niño, de colegio, ¿Y no te pareció que fuera gorda?
No, porque normalmente era un puñalazo y se acababa. No había más, tanto de una parte como de otra. No había mucho intercambio.
No había mucho intercambio. No había mucho juego ahí. ¿Y qué decían tus padres? Porque entiendo que tu padre, antes me has dicho que antes de fuera de cámaras que era peleador grico-romano. Sí. ¡Ay, Dios, una bestia! Pero él, también me has dicho que fuera un tío noble de nunca pegarse ni ninguna persona.
Una persona que yo tengo de referente.
Y claro, cuando te veía, ¿qué te decía?
A ver, a él no le gustaba que abusara de mí tampoco. Las cosas como son. Pero sí que es verdad que me han caído broncas por pelearme. O sea, mucha bronca. Mi padre no le ha gustado nunca que me peleara fuera del ring. Claro, en el ring ellos están orgullosos de que pelea. Mi madre lo lleva más mal que mi padre.Sufre, ¿no?Sufre, evidentemente.Sufre, pero mi padre y mi madre, los dos, no les ha gustado nunca que me peleara afuera.
Clip extraído de The Wild Project #310 - Zdravko: https://youtu.be/db_9eqyZUnw - ¡Compra tus entradas de DWT 3 aquí!